sábado, 24 de enero de 2015

Adiós a “La Yegua de la Apocalipsis”

Falleció Pedro Lemebel "un luchador social y un defensor de la libertad, que representó a los marginados y a los olvidados"



Por Roberto Famá Hernández
Miembro de la Asoc. Arg. de Invest. y Crítica Teatral


Emblema de la transgresión, Lemebel se encontraba internado en la Fundación Arturo López Pérez, donde falleció cerca de los dos de la madrugada de ayer, reveló su amigo y vocero Aldo Perán, a través de su cuenta en Twitter.

Dueño de una pluma barroca, crítica y voluptuosa -como alguna vez lo catalogó el mexicano Carlos Monsivais- Lemebel (nacido en 1955 como Pedro Mardones) escribió las crónicas La esquina es mi corazón, Loco afán, De Perlas y cicatrices y Adiós Mariquita Linda y la novela Tengo miedo, torero.

En 1986, con Pinochet en el poder, en medio de una reunión clandestina de disidentes, Lemebel leyó por primera vez "Hablo por mi diferencia", texto que a través de los años se convirtió en un manifiesto de la comunidad gay.


"¿Qué harán con nosotros, compañero? ¿Nos amarrarán de las trenzas en fardos con destino a un sidario cubano? ¿Nos meterán en algún tren de ninguna parte?", decía.

En 1987, junto con Francisco Casas, formó el colectivo de arte Yeguas del Apocalipsis, (cuyo nombre alude a los Jinetes del Apocalipsis del Nuevo Testamento)  un trabajo atravesado por el recurso de poner el cuerpo, con el que realizó, desde los márgenes, performances, travestismo, fotografía, video e instalación; pero también reclamos de memoria, por los derechos humanos y la sexualidad.

La primera intervención de Las Yeguas del Apocalipsis fue la tarde del sábado 22 de octubre de 1988, durante la segunda entrega del Premio Pablo Neruda, al poeta Raúl Zurita en La Chascona. En medio de la ceremonia, Lemebel y Casas aparecieron ofreciendo a Zurita una corona de espinas, que no fue aceptada por el poeta.

 Al año siguiente aparecieron en el Teatro Cariola, durante un encuentro de intelectuales con el candidato presidencial Patricio Aylwin, que al año siguiente saldría elegido el primer presidente de Chile. En dicha ocasión, pese a no haber sido invitados, subieron al escenario con tacones y plumas, alzando un lienzo que decía «Homosexuales por el cambio». Bajando del escenario, además, Francisco Casas se precipitó sobre el entonces candidato a senador y futuro presidente de Chile Ricardo Lagos, dándole un beso en la boca. Una fotografía de dicho evento se incluyó años después en su libro Háblame de amores

En ese entonces, el creador chileno decidió abandonar su apellido paterno, Mardones, haciendo uso desde entonces únicamente de su apellido materno: Lemebel. En una entrevista posterior, realizada en 1997, el mismo escritor explicó su cambio de nombre en estos términos: "El Lemebel es un gesto de alianza con lo femenino, inscribir un apellido materno, reconocer a mi madre huacha desde la ilegalidad homosexual y travesti".

En 1995, Lemebel publicó su primer libro de crónicas, La esquina es mi corazón, en el que aparecen "locas, maricas, maricones, travestis" que protagonizan "historias dedicadas a revelar un mundo secreto de perdedores, marginados y homosexuales, situadas en el centro de la ciudad de Santiago, en medio del comercio sexual clandestino y los saunas de mala muerte".

En 1998 publica De perlas y cicatrices, donde reúne algunos textos ya publicados en periódicos y revistas, donde aborda el tema de la memoria y analiza la historia reciente chilena a través de un conjunto de retratos, atmósferas, paisajes que fueron parte integrante de la oscuridad y el horror de una época.

En los últimos años sus obras han sido adaptadas al teatro y a registros audiovisuales. Ha sido traducido al inglés, alemán, italiano y francés.
Se han realizado dos estudios críticos de su obra, el primero realizado por Fernando Blanco, "Reinas de otro cielo" (2004), y el segundo, por la Universidad de Stanford, "Pedro Lemebel" (2009).

En 2013 fue galardonado con el Premio Iberoamericano de Letras José Donoso, instituido en 2001 por la Universidad de Talca en memoria del autor que le da nombre, por lograr “una representación heterogénea y compleja de la sociedad chilena, en la que inscribe las imágenes de género y clase social, con una importante proyección hacia el resto de la sociedad", destacó el jurado.

"Fue un creador incansable", dijo hoy en La Moneda la presidenta Michelle Bachelet, quien definió a Lemebel como "un luchador social y un defensor de la libertad, que representó a los marginados y a los olvidados".


"Es un imprescindible para Chile", dijo en tanto la ministra de Cultura, Claudia Barattini, que fue amiga del autor y compartió con él un programa radial hace algunos años.

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